Limpio,
piel radiante.
Mejorar vidas mejorando la confianza.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y crece con nosotros desde el nacimiento hasta la edad adulta. Nos permite sentir una amplia gama de sensaciones y nos protege de una variedad de daños. Además de brindar protección contra el daño físico, nuestra piel también ayuda a evitar la entrada de gérmenes y bacterias. Activa nuestro sistema inmunológico cuando los gérmenes logran abrirse camino a través de la piel. Además, la piel ayuda a regular nuestra temperatura corporal y sintetiza ingredientes (naturales) que aportan a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita.
Entonces, cuando la piel se ve obstaculizada, puede significar grandes desafíos en la vida, lo que hace que sea un poco más difícil navegar por la vida. Creemos firmemente que todos deberían estar bien versado en los efectos dañinos y peligrosos de las toxinas cosméticas diarias para que pueda tomar mejores decisiones cuando se trata de lo que debe y no debe aplicar a su cuerpo, y así lograr la salud y la belleza que se merece.
¿Sabías?
Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la UC Berkeley y la Clínica de Salud del Valle de Salinas demuestran cómo incluso un breve descanso del maquillaje, los champús y el cuidado de la piel a base de productos químicos sintéticos puede conducir a una caída significativa en los niveles de sustancias químicas que alteran las hormonas en el cuerpo.
Los champús, el cuidado de la piel y otros productos para el cuidado personal que usa pueden afectar la cantidad de sustancias químicas disruptoras endocrinas en el cuerpo.
La mayoría de las personas elige el cuidado de la piel y los cosméticos en función de lo que usan sus amigos, el precio, el anuncio en su revista favorita, personas influyentes, redes sociales o televisión, mientras que solo un poco más del 20 % lee y toma decisiones conscientes en función de la lista completa de ingredientes.
Una asombrosa variedad de productos de belleza y cuidado personal contienen sustancias químicas que no solo desencadenan problemas de la piel como erupciones cutáneas, rosácea, acné y otros síntomas de dermatitis de contacto, sino que también son causas conocidas o sospechadas de efectos a largo plazo en la salud, como asma, infertilidad, defectos de nacimiento, problemas de aprendizaje, cáncer y enfermedades.
Nuestra piel no puede sintetizar, asimilar o incluso reconocer productos químicos sintéticos. Y por esa razón los almacenará entre las capas de la piel y enviará las toxinas al torrente sanguíneo. Al acumularse entre capas, tarde o temprano, esos sintéticos se convertirán en lo que llamamos "PIEL SENSIBLE".